El email marketing es una de las maneras más directas de llegar a nuestro consumidor, y puede ser muy efectiva teniendo en cuenta que en muchos casos es el mismo receptor quien solicita información de nuestra empresa a través de este canal. Además gracias a los smartphones la tasa de apertura es mayor que hace
El email marketing es una de las maneras más directas de llegar a nuestro consumidor, y puede ser muy efectiva teniendo en cuenta que en muchos casos es el mismo receptor quien solicita información de nuestra empresa a través de este canal. Además gracias a los smartphones la tasa de apertura es mayor que hace unos años. En 2014 el porcentaje de emails abiertos en España ha sido de 44,02% de media, según el quinto barómetro splio.
Los expertos en marketing utilizan algunas técnicas para asegurar la máxima tasa de apertura posible. Hay algunos trucos que pueden servir para todas las empresas:
El primer vistazo
Un asunto de un mail debe llamar la atención del receptor en un instante, para que quiera abrirlo. Para esto debemos tener en cuenta algunos aspectos:
No usar más de 40 caracteres: si el asunto es demasiado largo, es difícil quedarse con la información más relevante en un primer golpe de vista.
Poner la información más importante en los primeros caracteres: de este modo captamos la atención del receptor rápidamente. Si lo primero que lee es irrelevante es probable que pierda el interés.
Simplificar: el asunto debe ser claro y directo. No hay que dar demasiada información, sino llamar la atención del receptor con una oferta directa o un mensaje atractivo. Evitar “decorar” demasiado el asunto con adjetivos y otras palabras innecesarias. Hay que sintetizar y ser claro.
Un asunto atractivo
Los asuntos deben ser originales y tentar al receptor a que lo abra. Se pueden utilizar distintos recursos para comunicar una oferta. Por ejemplo “tus gastos de envío se van de vacaciones” en lugar de “Este fin de semana gastos de envío gratuitos”.
No utilizar el mismo tipo de asunto en todos los emails: se debe variar el tipo de asunto, para evitar que aburra o deje de llamar la atención.
Cuidado con el uso de nombres
Tanto el nombre de la empresa o remitente, como del destinatario:
Prohibido el uso del remitente en el asunto; ya aparece. Con referencia a lo dicho anteriormente, hay que mantener el asunto simple. No es necesario escribir “Desde remitente queremos ofrecerte…” ya que es reiterativo y simplemente alarga el asunto.
Si personalizas, hazlo bien: ocurre algo similar con el nombre del receptor, ya que se utiliza de forma correcta. Al contrario que con el nombre del remitente, no está prohibido, pero hay que hacerlo de forma que signifique algo, y no esté dilatando el asunto sin más. Es preferible decir “Sólo para ti, Laura, gastos de envío gratis” que “Hola Laura, te informamos de que hoy nuestros gastos de envío son gratuitos”.
La bandeja SPAM, ese temido destino
Dar demasiada información puede llevarnos directos a la carpeta SPAM: una de las principales razones por las que nuestros correos acaban en la bandeja indeseada son las palabras que utilizamos. Palabras tales como: gratis, gana dinero, urgente, sin riesgo… Cuantas más utilicemos, más posibilidades existen de que nuestro correo electrónico acabe en la bandeja de SPAM.
Evitar el uso de mayúsculas y caracteres especiales: pueden ser muy llamativos, pero también cabe la posibilidad de que sean clasificados como sospechosos. Es otro de los motivos por los que nuestro mail, es decir, todo el trabajo de comunicación que hemos realizado, sea en vano.
En resumen
Debemos quedarnos con los siguientes conceptos:
Simplificar: la información clara y expuesta de manera sencilla
Sintetizar: contar todo con la máxima brevedad posible
Ser originales: que nuestro asunto invite a abrir el mail
Cuidado con la bandeja SPAM: tener en cuenta las indicaciones para que nuestro correo acabe en la bandeja de entrada y no en la que no deseamos.
Fuente: Teenvio
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